lunes, 20 de diciembre de 2010

CARLOS II: EL HECHIZADO.


CARLOS II. (1665-1700)

El reinado de Carlos II se caracteriza por ser un reinado de crisis y recuperación. En Europa existían nuevas potencias (Francia, Provincias Unidas e Inglaterra) y realmente América era el elemento de fuerza que tenía la Monarquía Hispánica. En el comienzo del reinado de Carlos II continuaba el dominio sobre Nápoles, Sicilia, Milán, Flandes y el Franco Condado.
Hasta 1680 el reinado de Carlos II se caracteriza por ser un tiempo de decadencia, pero a partir de esta fecha mejorarán la demografía, la economía y la política fiscal y monetaria de España. En 1700 morirá Carlos II, dando lugar a la Guerra de Sucesión, con el advenimiento del trono español y la pérdida de territorios europeos.



EL REY HECHIZADO.

Carlos II fue un Monarca con dificultades físicas y psíquicas debido al cruce de genes de sus antepasados, además se le añaden a esto sus problemas de esterilidad, por lo que debía ser el último de los Austrias. Esta figura de Carlos II, para muchos de caricatura, ha ocultado los principios de la recuperación a partir de 1680, fecha en la cual comenzó a recuperarse demográficamente la España Costera, donde se encontraba la gente más formada en el Gobierno.
Se construyó una imagen de Carlos II con cierta frivolidad, y no se habló de los progresos realizados por este monarca, es decir, las voces del momento se centraron en la apariencia y hablaron del reinado de dicho monarca de forma superficial.
En el principio del reinado (1665) Carlos II era un niño y la regente fue su madre, Mariana de Austria, hasta 1678.
Se trataba de un rey débil física y mentalmente, que sufría raquitismo, tendía a estar enfermo y además era estéril. A pesar de esto, era un rey bondadoso y recto, aunque dado a la vida ociosa y con cierta tendencia a malgastar el dinero de la corte.
Muchos lo llamaban el hechizado ya que se llegó a creer que estaba endemoniado y hasta se le practicaron exorcismos, para intentar superar sus problemas de esterilidad (1699)cosa que, evidentemente, no funcionó.
A partir de 1883 se comenzó a salir de este ambiente sombrío y religioso y empezó a darse un clima de cierta apertura hacia Europa.




DE LA CRISIS A LA REFORMA.

Hasta 1678 (minoría de edad de Carlos II) continúa la crisis, donde la figura de referencia será Mariana de Austria, que se valdrá de la ayuda de validos algo inestables. Se darán luchas cortesanas para controlar la voluntad de la regente, ya que se decía que era débil. El primer valido fue Everardo Nithard (1666-1669).Se trataba del confesor de la regente, y como confesor adquirirá preponderancia hasta el punto de convertirse en su valido y adquirir poder sobre la voluntad de Mariana de Austria. Otro de los validos conocidos fue Fernando de Valenzuela (1669-1677) de orígenes humildes, cosa que le ocasionó problemas en la Corte y hasta asistió a una campaña de desacreditación.
Una de las novedades más llamativas de estos validos es que ninguno pertenecía a la Nobleza Castellana cosa que descuadró a dicha Nobleza. Se desataron revueltas con Juan José de Austria a la cabeza, hijo ilegítimo de Felipe IV.
En 1680 comenzará una época de reformas donde se devaluará la moneda, bajará el valor de la misma y esto favorecerá a las exportaciones. Se sucederán validos como el Conde de Medinaceli (1680-1685) y el Conde de Oropesa (1691-1695), y con ambos se establecerá una estabilidad monetaria. Comenzaron una serie de reformas que consiguen modernizar las estructuras de la Monarquía (rebaja de impuestos, mejoras en la Administración), unido a la creación de la Junta de Comercio. Además, en este momento el Gobierno albergó gentes de gran valía, como el Secretario Manuel F. de Lira, secretario culto que había viajado y sabía qué estructuras había que mejorar para alcanzar el progreso.
Aparecieron además nuevos cargos como el de Intendente de Hacienda y nuevas estructuras como la ya nombrada Junta de Comercio, que tendrá como objetivo mejorar las estructuras de comercio dentro de España.




POLÍTICA EXTERIOR.

En cuanto a la política exterior de Carlos II, continuará la lucha contra Francia. Para salvar la distancia militar se recurrirá a la alianza holandesa y a apoyos puntuales de Inglaterra, a cambio de ventajas comerciales. Esto fue posible porque Holanda prefería unirse a un antiguo enemigo antes que arriesgarse a decaer estrepitosamente. Además, a Inglaterra no le importaba cambiar sus intereses internacionales a cambio de ventajas comerciales. Esta unión se dio debido a la necesidad de la lucha conjunta contra Francia. El resultado de esta guerra contra Francia fue negativo, pero gracias al apoyo exterior, las pérdidas territoriales no fueron tan grandes, comparado con como podían haber sido. Además, Luis XIV prefirió no hacer tanto daño a España para intentar favorecer una posible llegada de la Monarquía Hispánica a Francia, lo que le fue favorable posteriormente. Entre 1667 y 1668 se dio la Guerra de Devolución. En ésta Francia invadió Flandes ante el impago de la dote de Mª Teresa de Austria. En aquellos momentos los matrimonios tenían un fuerte componente económico, y en el caso de los reyes, eran bienes más preciados. En 1667 falleció Felipe IV, momento en el cual, Luis XIV aún no había recibido dicha dote. Esta guerra concluyó con la Paz de Aquisgrán, donde España perdió numerosos territorios.
Pocos años después se reanudarán los ataques franceses, y en 1679 en la Paz de Nimega se perderá el Franco Condado y otras plazas en Flandes, a pesar de todo se conseguirá mantener Sicilia.
En 1668 se dará la Guerra de la Liga de Augsburgo o de los Nueve Años. En ésta Francia se enfrenta a Carlos II, a las Provincias Unidad y a Inglaterra; dicho enfrentamiento finalizará con la Paz de Ryswick (1697). Francia tuvo que devolverles las conquistas efectuadas en esta guerra, exceptuando el territorio de Haití.
Luis XIV intentó aparentar generosidad al ver cerca la Guerra de Sucesión, ya que se veía que Carlos II moriría sin descendencia, y tenía apego por su nieto Felipe V.
Durante el reinado de Carlos II se incrementó la producción agrícola, sobre todo en el litoral, ya que en el interior solo creció a partir de 1680. También se incrementó la actividad comercial y comenzaron a llegar productos americanos como el cacao y el chocolate. Comenzará a destacar Cataluña como potencia industrial y comercial. En cuanto a la Economía, durante el reinado de Carlos II aparecerán
ciertas consecuencias económicas que llegarán hasta el siglo XX.



LA HERENCIA ESPAÑOLA, UNA CUESTIÓN INTERNACIONAL.

Tras la muerte de Carlos II, habrá cierta inestabilidad. Se dieron dos facciones principales: por un lado la de Mariana de Neoburgo (los alemanes de la reina), que apostaban por la sucesión dentro del linaje; por otro lado se posicionaban los que apoyaban la sucesión de Felipe de Anjou, que defendían que la mejor forma de mantener la integridad territorial de la monarquía hispánica era la alianza con Francia.
En un primer momento, los tres candidatos para suceder a Carlos II fueron Felipe de Anjou, el Archiduque Carlos y José Fernando de Baviera (tenía 7 años y era el nieto sobrino del rey). Este último no aspiró a la Corona ya que falleció en 1699.
En un primer momento el testamento de Carlos II entregaba la corona al Archiduque Carlos, pero Luis XIV movió sus hilos diplomáticos y firmó hasta tres tratados para repartirse el territorio (los tres Tratados de reparto -1668,1669,1700-).
En España se esperaba poder mantener unida toda la Monarquía, y por ello en un principio el heredero al trono era el Archiduque Carlos. El cambio de opinión del Monarca en el último momento inquietó a Inglaterra y a Holanda, que temían la unión entre la Monarquía hispánica y Francia; este temor desencadenó en mayo de 1702 la Guerra de Sucesión, que no terminaría hasta 1713, con la Paz de Utretch. En esta Paz, se reconocía a Felipe V como rey de España a cambio de la renuncia al trono francés y la pérdida de ciertos territorios que pasaron a otras potencias.
Esta Paz fue, en parte, una derrota para Felipe V. También lo fue para el Archiduque Carlos.

Un hecho importante es el de que, a partir del siglo XVI surge el periódico (aunque no como lo conocemos actualmente). En el siglo XVIII comenzarán a generalizarse.

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