domingo, 12 de diciembre de 2010

La conjura de Medinasidonia

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El IX duque de Medinasidonia era don Gaspar Alonso Pérez de Guzmán, representante de la rama mayor de su familia.
Se convirtió en duque de Medinasidonia al morir su padre en 1636,casado con doña Ana de Guzmán. Las finanzas del ducado pasaban por un momento de graves dificultades y sobre ellas pesaban numerosas hipotecas, a pesar de esta crisis económica, el Duque de Medinasidonia no reparó en gastos en la visita que Felipe IV realizó en 1624 al coto de Doñana. El duque de Medinasidonia también ocupaba otros cargos de relevancia como era el de la Capitanía General de la Mar Océana y Costas de Andalucía, lo que suponía la responsabilidad militar de un amplio espacio geográfico.

Pronto llegaron a Andalucía noticias de la rebelión portuguesa y de la
proclamación del Duque de Braganza como rey, con el nombre Juan IV. En Madrid
nombraron al de Medinasidonia capitán general de un ejercito que debería atacar a los
rebeldes desde Andalucía. Por ello el duque se trasladó a Ayamonte.La
concentración del ejército se realizó con gran lentitud, incluso se tachó de desidia cuando el Duque rechazó las tropas enviadas por el asistente de Sevilla, conde de Salvatierra, comunicando que ''en este ejército faltan diversas cosas para formarse que se han de proveer de Madrid''.
Era una actitud que resultaba extraña. Sólo aceptó trescientos hombres porque no tenía en mente atacar a los portugueses. Su pasiva actitud colaboró, sin duda, al
fracaso del levantamiento que a favor de España se produjo en Portugal. Algunas
fuentes señalan, incluso, que fueron el propio duque de Medinasidonia y el Marques de
Ayamonte quienes revelaron a Juan IV los planes de dicho levantamiento. En la Corte empezó a sospecharse de la actitud mantenida por el duque cuando llegaron rumores de que conspiraba y preparaba un plan para sublevar Andalucía.
Parece ser que la primera idea del levantamiento partió del marqués de Ayamonte. En el plan se contaba con el apoyo de Portugal y con la colaboración de las flotas de Francia y Holanda. Las actitudes sospechosas de ambos y las excelentes relaciones con Portugal favorecieron a que en el verano de 1641, apareciese por allí un enviado especial de Madrid,don Antonio de Isasi, quien interceptó una carta, que envió a la Corte, remitida por Ayamonte a Medinasidonia en la que quedaba al descubierto la trama de la conspiración.
Todas estas noticias llegaron a oídos del Conde-duque de Olivares.

Cuando Medinasidonia y Ayamonte esperaban noticias de Portugal y de Holanda acerca de la presencia de una flota franco-holandesa que los ayudaría, fueron llamados a la Corte. El duque se excusó alegando razones de salud, en un intento de ganar tiempo. Aprovechó entonces para entrar en contacto con algunos nobles andaluces,
sondeando su posición ante un posible levantamiento. Las respuestas que obtuvo
fueron negativas; algunos le recomendaron que se acogiese a la piedad real como
única salida.
Ante la tardanza de su legada el rey envió a Andalucía a don Luis de Haro -el
futuro sucesor de Olivares en la privanza- para que lo informase de la situación en Andalucía. Su impresión fue que los grandes estaban tranquilos, pero que había cierta inquietud entre la pequeña nobleza. Avisado Medinasidonia de la llegada del de Haro el duque salió para Madrid, donde visitó al conde-duque y confesó la
conspiración. Olivares le hizo creer que usaría de toda su influencia para defender su vida, su casa y su honra.

Medinasidonia culpó a Ayamonte de la conspiración y éste fue declarado culpable. En un principio fue condenado a cadena perpetua, pero tras la llegada a la corte de las conspiraciones del Duque de Híjar en Aragón, Felipe IV lo condenó a muerte alegando que no debía haber piedad contra los traidores. Fue ajusticiado en el Alcázar de Segovia.
Medinasidonia fue perdonado por el rey, y después de extrños actos, como el de retar al Duque de Braganza, fue desterrado y se le arrebataron sus propiedades en Andalucía.
Existen dudas de la veracidad de esta conjura, ya que algunos hablan de la envidia que el Conde Duque de Olivares sentía hacia el de Medinasidonia, pero quizá sean demasiadas las evidencias que apuntan hacia el hecho de que esta conjura fue cierta.

1 comentario:

  1. Me ha parecido una entrada muy interesante, ya que era un tema en el que yo quería indagar pero decidí hacer otra entrada referente a Masaniello.
    Creo que lo más interesante de la entrada es las dudas que quedan sobre la envidia del Conde Duque de Olivares hacia el duque de Medinasidonia.
    Desde mi punto de vista, la envidia del conde duque de Olivares se ve especialmente presente en el momento en el que le promete al duque de Medinasidonia usar toda su influencia para defenderlo cuando luego no es del todo cierto.

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