miércoles, 3 de noviembre de 2010

''Si uno se cae, se levanta inmediatamente y sigue adelante''

Hoy escribo para dar memoria a un personaje importante del comunismo español. Marcelino Camacho, fallecido el pasado 29 de Octubre, luchó por la igualdad de clases, por los derechos de los trabajadores realizando actividades sobresalientes al servicio de la Constitución y de los valores y principios en ella establecidos.
Nació en Osma la Rasa (Soria) en 1918, hijo de un ferroviario. Con diecisiete años (1935), ingresó en el Partido Comunista de España (PCE) y a la Unión General de Trabajadores (UGT), compromiso que le llevó a luchar en el bando republicano durante la Guerra Civil de 1936-39. Tras la derrota de éste, fue juzgado y condenado por el bando vencedor: fue encarcelado, escapó, estuvo unos meses en la clandestinidad y fue denunciado por alguien que le reconoció, más tarde fue llevado a un batallón de trabajos forzados en Tánger.
En 1944 se fuga del campo y viaja al exilio a Orán (Argelia). Al pasar la frontera del entonces Marruecos francés fue detenido por la policía francesa y conducido a Orán, una ciudad que entonces tenía una enorme colonia de inmigrantes españoles. Entre los exiliados que reclamaron y consiguieron su libertad estaba Josefina Samper , con la que se casaría el 22 de diciembre de 1948.
En 1957 fue indultado y regresó a España, trabajó como obrero metalúrgico en la empresa Perkins Hispania; allí fue elegido miembro del Comité de Empresa e impulsa la creación de forma clandestina de Comisiones Obreras que, bajo inspiración fundamentalmente comunista, defendían los derechos de los trabajadores. Fue detenido por ello en 1967; ingresó en la desaparecida cárcel de Carabanchel madrileña de la que a partir de entonces no dejó de entrar y salir  intermitentemente. Hasta que fue juzgado en el famoso 'Proceso 1.001' por el que fue condenado a 20 años de prisión que luego fue reducido  a seis. Poco después de morir Franco, el 30 de diciembre de 1975, Camacho y  compañeros salieron de prisión gracias al indulto concedido con motivo de la proclamación de Juan Carlos I como Rey de España.  Pero poco le duró la libertad porque en marzo de 1976 fue de nuevo detenido, acusado de pertenecer al Comité Ejecutivo de Coordinación Democrática como miembro de CCOO de Madrid, el sindicato que fundó y del que fue su primer secretario general, ya que la Constitución española aún no había sido creada para dar libertad a muchas personas.
                                      
Ya en libertad, en las primeras elecciones constituyentes de 1977  fue elegido diputado del Congreso en representación del PCE. Siempre fiel a sus ideas, Camacho dimitió como parlamentario en  febrero de 1981 al no estar de acuerdo con el Estatuto de los Trabajadores que había sido aprobado. Ejerció como secretario general de CCOO hasta  1987 cuando fue sustituido en el cargo, aunque se quedó en un puesto de ‘honor’ como presidente  del sindicato.

    Sus últimos años los vivió en un segundo plano de la vida sindical y política. No obstante, continuó participando en numerosos actos de protesta. Y es que Marcelino Camacho nunca traicionó sus principios.
                   
"Ni nos domaron, ni nos doblaron ni nos van a domesticar"
Éste fue el famoso lema de Marcelino Camacho, que refleja la lucha por las libertades y la democracia que mantuvo este sindicalista

-Hasta siempre camarada.

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